“Pídeme la Luna”, un ejemplo de trabajo con niños que luchan contra el cáncer

-Pide tres deseos. Uno de ellos se hará realidad.

Así se dirige Marisol Escribano a “sus niños” en la planta de Oncología del Complejo Hospitalario de Jaén. Marisol es enfermera y presidenta de la Asociación “Pídeme la luna”, que desarrolla actividades extrahospitalarias, y una especie de hada madrina para estos niños y sus familias que a causa del cáncer tienen que estar en tratamiento y pasar largos periodos ingresados en el centro hospitalario.

En “Pídeme la Luna”, un pequeño grupo de voluntarios lleva trabajando tiempo, pero ha sido recientemente cuando la asociación se ha fundado como tal. Su único objetivo es hacer la vida más llevadera a los niños que tienen estancias prolongadas en el hospital o que salen y entran en periodos más cortos, pero están vinculados al centro sanitario. “Queremos que los niños se sientan casi como en casa, al fin y al cabo es donde pasan mucho tiempo, también su familia, sus padres, sus hermanos”, afirma la presidenta y promotora de esta iniciativa.

Para hacerles la vida un poco más fácil no pueden faltar las pequeñas grandes ilusiones de los menores y, como dice esta enfermera, sus sonrisas y esperanzas por hacer realidad alguno de sus deseos. “Es un poco complicado a veces cumplir un deseo en concreto, por eso siempre les pregunto sus tres deseos y desde la asociación vamos a mover cielo y tierra por conseguir cumplir al menos uno”, manifiesta.

Es el caso de Miguel Ángel, que quería hacer submarinismo y ver el mundo marino desde su interior. Marisol cuenta emocionada que aún recuerda su cara de felicidad y que cuando se enteró de su fallecimiento, hace pocas semanas, su último recuerdo era ese, el de la felicidad absoluta del niño. Este es uno de los sueños cumplidos, como otros tantos tan variados y dispares como niños hay. Desde conocer a futbolistas famosos, a celebrar el cumpleaños con una merienda en el Parador de Jaén, procesionar con la Virgen del Carmen, disfrutar del musical “El Rey León”, ir al Biopark de Valencia o tener un ordenador.

En la actualidad la asociación ya cuenta con una sede, en la calle Millán de Priego, 21, un piso cedido y que comparte espacio con otra entidad, “Red Madre”. Para sufragar los gastos que conlleva cumplir estos deseos, Marisol Escribano ha escrito el cuento “El águila y el gorrión”, que puede adquirirse en las librerías Don Libro (calle San Francisco Javier) y Cruz (Plaza del Pósito). También en las próximas semanas estará en la sección de libros de El Corte Inglés, disponible para todo aquel que desee colaborar con esta asociación y contribuir a que un niño sea un poquito más feliz.
“El águila y el gorrión” no es el primer cuento escrito por esta enfermera, que antes publicó “Mi amiga Sofía me lo cuenta todo”, editado por el Colegio de Enfermería de Jaén, y en el que se explica de manera muy ilustrativa en qué consiste la leucemia, el cáncer infantil más usual, y que ayuda al niño y a la familia a entender qué es lo que le está pasando y cómo se va a tratar.

Gente solidaria, altruista, preocupada por el bienestar y la felicidad de los demás. Son algunas de las características de los integrantes de la Asociación “Pídeme la Luna”, Marisol, Ángel Pablo, Pepa, Pili, Javier o Juani.

Marisol, mujer entusiasta donde las haya, asegura que cada día, a pesar de la situación que ve en la planta de Oncología, está lleno de buenas noticias, de buenas acciones, de buena gente. “Hace 22 años que aterricé en la planta de Oncología y te puedo decir que jamás te acostumbras a ver sufrir a un niño, a su familia, no te acostumbras a los fallecimientos… pero sí te haces más fuerte, al igual que el deseo de hacer el bien por estas personas, por cumplir sus sueños, que luego, no cuestan tanto”, apunta. “Pídeme la luna y te la intentaré alcanzar, con tal de que tus sueños se hagan realidad”, es el lema de Marisol y todo el equipo de gente buena de Jaén que trabaja por los niños enfermos que lucha contra marea con la enfermedad.