Invernaderos, cultivos hidropónicos por encima del suelo, fresas de primerísima calidad. Se trata de elementos difíciles de asociar al mar de olivos que supone la provincia de Jaén, pero se encuentran aquí, en el valle del Guadalquivir. La provincia de Jaén alberga una empresa de producción de fresas y melón usando técnicas de alto nivel en Villanueva de la Reina. Su nombre es Hazafresa y ha conseguido que su primera cosecha de fresas “made in Jaén” sea vendida íntegramente en un mercado tan selecto y exigente como Dubai. El impulsor de esta empresa es madrileño, Ricardo Rodríguez, al que las circunstancias han acabado trayendo a este rincón de la provincia de Jaén.
Rodríguez es un «asentador» de Mercamadrid desde hace más de 28 años, y un emprendedor de corazón. Como él mismo explica, el asentador es un intermediario entre el productor y un mercado mayorista o los comerciantes al por menor. Durante cerca de tres décadas, Ricardo se ha centrado en este trabajo pero, hace unos años, ante los cambios y dificultades que la globalización y las nuevas tecnologías traían a este sector, pensó en dar un paso más y comenzar a producir él mismo las frutas y hortalizas. Su apuesta consistía en producir alimentos de alto nivel de calidad y, preferiblemente cosechados fuera de temporada, lo que aportaría un alto valor añadido. El objetivo era cubrir un nicho de mercado que, en su opinión de experto, no estaba suficientemente cubierto y ofrecía oportunidades.
Al encontrarse en un momento de total restricción del crédito, y siéndole imprescindible encontrar financiación externa, Ricardo Rodríguez buscó un lugar en España en el que las administraciones pudieran ayudarle a poner en marcha su proyecto. Y lo halló a través de Prodecan (Grupo de Desarrollo Rural de la Campiña Norte de Jaén), lo que le permitió establecer la ubicación de Hazafresa en Villanueva de la Reina.
Aquí ha encontrado el apoyo de todas las administraciones (Ayuntamiento, Diputación Provincial y Junta de Andalucía), que se han esforzado para que el proyecto de Hazafresa se haya convertido en realidad. Gracias a este esfuerzo conjunto, la primera cosecha de fresas “made in Villanueva de la Reina” se ha vendido íntegramente en Dubai, uno de los países más ricos del mundo y donde, por lo tanto, se demandan los alimentos de la mayor calidad.
En los terrenos de que dispone actualmente, Hazafresa realiza un cultivo hidropónico (método con el que cultivan plantas usando soluciones minerales en vez de suelo agrícola), del que resulta una agricultura sostenible y eficiente. Aquí, en grandes bandejas o canaletas de PVC elevadas del suelo, la empresa ha comenzado la producción de cuatro variedades de fresa y una variedad de melón, el cantalupo.
Esta empresa familiar, en la que están involucrados Ricardo Rodríguez y sus dos hijos, da empleo hoy en la provincia a entre 4 y 14 personas según la época del año y las circunstancias de la cosecha. Su objetivo principal es forjar una imagen de marca que los lleve a ampliar mercados (hoy cuentan con los de Madrid, Barcelona, Emiratos Árabes Unidos y los países escandinavos) a ampliar la gama de productos a trabajar y a conseguir la agilidad suficiente de funcionamiento para adaptarse a las cambiantes condiciones que demandan los mercados actualmente.
Según ha declarado al diario El País, el objetivo fundamental de la empresa es encontrar los mercados donde se pueda obtener el mejor precio por los productos. Eso significa una apuesta decidida por la exportación, mientras que dentro de España pretende evitar la gran distribución y comercializar sus productos en establecimientos gourmet y tiendas especializadas.