La Cueva del Agua de Tíscar ya es monumento natural de Andalucía. Esta mañana lo ha hecho público el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía al aprobar su inscripción en la Red de espacios naturales protegidos de Andalucía (Renpa), con la categoría de Monumento Natural.
Este espacio ubicado en la pedanía quesadeña de Tíscar es una de las diez nuevas zonas de la comunidad andaluza, con cuya protección se garantiza la conservación de los excepcionales valores ambientales que albergan estos espacios y elementos de la naturaleza.
Se trata de una profunda garganta formada por la erosión del río Tíscar, por donde transcurren sus aguas mediante saltos, cascadas y fuentes antes de desembocar en el Pilón Azul, en la cercana aldea de Belerda.
Los nuevos monumentos declarados se suman a otros 49 ya reconocidos en Andalucía, cuya superficie total supera ahora las 1.556 hectáreas, frente a las 1.368 hectáreas protegidas anteriormente.
En la provincia de Jaén ya hay seis espacios más con este reconocimiento: el bosque de la Bañizuela (Torredelcampo), las Huellas de dinosaurio (Santisteban del Puerto), el Piélago (entre Linares y Vilches), el Quejigo del Amo o del Carbón (Valdepeñas), los Órganos de Despeñaperros y el Pinar de Cánava, en Sierra Mágina.
Los monumentos naturales son espacios o elementos de la naturaleza constituidos básicamente por elementos de notoria singularidad, rareza o belleza que merecen ser objeto de protección especial, así como las formaciones geológicas, los yacimientos paleontológicos y demás elementos que reúnan un interés especial por la peculiaridad o importancia de sus valores científicos, culturales o paisajísticos.