El patrimonio de la provincia de Jaén contiene numerosos puntos de gran belleza e indudable valor histórico, que servían para salvar la cuenca de ríos como el Guadalquivir o para permitir el paso del ferrocarril. Desde Orgullosos de Jaén hemos seleccionado diez puentes con Historia que debes conocer en la provincia de Jaén.
Puente del Obispo (Baeza)
El puente del Obispo es una magnífica construcción del siglo XVI que salva las aguas del Guadalquivir a su paso por esta población, perteneciente a Baeza. Considerado uno de los primeros puentes del Renacimiento español, está formado por cuatro bóvedas desiguales de cañón y construido con sillería de arenisca. Como característica singular, posee una torre cuadrangular en su extremo más alto, que contiene una capilla.
Puente Mocho (Beas y Chiclana de Segura)
Este puente romano, de los siglos II-III, sobre el río Guadalimar, se sitúa entre los términos de Beas de Segura y Chiclana de Segura. La estructura es de grandes dimensiones distinguiéndose dos cuerpos bien diferenciados: el principal está compuesto por dos ojos con arco de medio punto y resortes a sus lados en los que van incorporados otros dos ojos de emergencia; el secundario estaba preparado para las ocasionales avenidas del río y está compuesto por otros dos ojos principales, aunque de menor tamaño. La construcción está en mal estado de conservación, aunque en estos momentos se están ejecutando los trabajos para reparar su milenaria estructura.
Viaducto ferroviario del Arroyo Salado
En las estribaciones de Larva y Cabra del Santo Cristo, se encuentra uno de los viaductos más impresionantes de la red ferroviaria española. Se trata del puente metálico de Arroyo Salado, que forma parte de la línea ferroviaria Linares-Guadix, aún en funcionamiento. La construcción del puente data de 1899 y durante mucho tiempo supuso la obra metálica más importante construida en España. El puente, de 318 metros de longitud, ostentó durante muchos años el récord de luz (altura de la plataforma al suelo) en España, gracias a sus tres tramos de 105 metros de luz.
Puentes de la Vía Verde del Aceite
Un total de 11 impresionantes viaductos metálicos del siglo XIX suponen la principal seña de identidad del trazado jiennense de la Vía Verde del Aceite, que comienza en Jaén y finaliza en la provincia de Córdoba. Uno de ellos, el puente del Arroyo de la Piedra del Águila fue construido por los ingenieros franceses, discípulos de Gustave Eiffel, Daydé y Pille en 1890, mientras que el puente sobre el río Víboras destaca por sus más de 200 metros de longitud.
Puente romano de Andújar
Este puente de origen romano consta actualmente de 14 vanos, con bóvedas de cañón, todas de sillería de piedra caliza roja de Marmolejo. La longitud total del puente es de 310 metros y se compone de tres alineaciones, de las que la central es la que conserva la fábrica original romana, ocho vanos en total. Se construyó a comienzos del siglo II d. C., conforme a la inscripción aparecida en una lápida rota del puente, para permitir que la calzada entre Córdoba y Cástulo, que formaba parte de la Vía Augusta, pudiera atravesar el río Betis.
Puente romano de Vadollano (Linares)
Este puente de origen romano se encuentra en el marco del Monumento Natural del Piélago, ubicado en el Norte del término de Linares. Se trata de un enclave de especial interés paisajístico e histórico, pues a la belleza del recorrido del río Guarrizas se le une la existencia de esta construcción. Este puente milenario consta de un solo arco, de bóveda de cañón, con estribos apoyados en roca y construido en sillería, aunque actualmente carece de plataforma.
Puente de Ariza (Úbeda)
El puente de Ariza, situado entre Úbeda y Arquillos, está considerado como la obra de ingeniería más importante de Andrés de Vandelvira. El puente fue erigido entre 1562 y 1563 y actualmente está sumergido bajo las aguas del pantano del Giribaile y sólo puede verse en épocas de sequía. Está compuesto por cinco arcos de medio punto con diferente luz, aunque el arco central es de grandes dimensiones, pues alcanza los 32 metros. La longitud total del puente alcanzaba cerca de 100 metros y una altura máxima de 17 metros.
Puente renacentista de San Bartolomé (Marmolejo)
Este puente es uno de los principales monumentos de Marmolejo y salva las aguas del río Guadalquvir junto al emplazamiento del famoso balneario de esta localidad. Su construcción comenzó en 1550 y finalizó en el año 1587, en plena época renacentista. Está compuesto por siete arcos, dos de ellos de mayor tamaño, mientras que el material empleado consiste en sillares de piedra rojiza. Esta construcción destaca por su cuidada ejecución y por la elegancia de sus líneas.
Pontón del río Víboras (Alcaudete)
Este puente de origen medieval se encuentra situado en el paraje denominado El Pontón, junto a la Vía Verde del Aceite, al norte de Alcaudete. El pontón es un puente compuesto por dos pilas o estribos construidos con sillares de piedra caliza extraída del lugar, enripiados con pequeñas lascas de piedra unidas con mortero de cal. Presenta una altura aproximada de 6,5 metros, y una anchura de 9 metros.
Puente de las Herrerías (Sierra de Cazorla)
El puente de las Herrerías, situado cerca del nacimiento del río Guadalquivir, está declarado Bien de Interés Cultural. Construido en el siglo XV, posee una bóveda única y destaca la cuidada labra y la homogeneidad de su fábrica de sillería, así como la integración en el entorno natural. Tiene 10 metros de longitud y unos cuatro metros de ancho. Existe una leyenda popular sobre el origen de este puente, según la cual fue construido por los caballeros de Isabel la Católica en una sola noche.