2018 es un año muy especial para Úbeda y Baeza, ya que se cumplen 15 años de una decisión que marcó un antes y un después para ambas ciudades: la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. Por este motivo, ambos ayuntamientos, con la colaboración de la Diputación de Jaén, han elaborado un amplio programa de actividades repartidas a lo largo de todo el año. El objetivo es atraer más visitantes nacionales y extranjeros y dar a conocer la gran belleza de ambas localidades, uno de los mejores exponentes del Renacimiento en Europa.
Este programa ha sido presentado hoy en la feria Fitur de Madrid por del presidente de la Diputación, Francisco Reyes, la alcaldesa de Úbeda, Antonia Olivares; y la alcaldesa de Baeza, Lola Marín. “Van a ser doce meses de música, teatro, arte, gastronomía y literatura”, ha desgranado el presidente de la Diputación, quien ha subrayado que “hablamos de cultura con mayúsculas en estas dos ciudades y el resto del territorio provincial”. En su opinión, serán “doce meses de experiencias en torno a eventos únicos”, ha reiterado Francisco Reyes, que ha valorado que ambas ciudades “sigan apostando por ser un destino cultural de excelencia tanto a nivel andaluz como nacional”.
La alcaldesa de Baeza ha cifrado también en el número de viajeros el éxito de esta declaración para ambas ciudades. En concreto, ha asegurado que “en los diez últimos años, el turismo se ha duplicado en Baeza”, ya que ha pasado hace una década “de unos 50.000 visitantes al año, a los más de 120.000 visitantes con que cerramos el año pasado”. Por su parte, Por último, Antonia Olivares ha precisado algunas de las iniciativas que se pondrán en marcha para conmemorar este 15º aniversario. Así, ha citado “la Ruta Marco Topo dirigida al turismo familiar, un producto gastronómico que incluirá la edición de un libro con las recetas más singulares de las dos ciudades y un díptico que llevaremos a las ferias para vender esa gastronomía típica”.
1.300 edificios históricos
Úbeda y Baeza tienen motivos sobrados para lucir con orgullo la distinción de Patrimonio de la Humanidad. Por poner un ejemplo, ambas ciudades cuentan con más de 1.300 construcciones catalogadas como edificios históricos. De hecho, están consideradas como uno de los mejores exponentes de la arquitectura renacentista en toda España, ya que la mayor parte de los monumentos corresponden a este estilo.
En ambas ciudades se pueden visitar impresionantes construcciones renacentistas, como la iglesia del Salvador en Úbeda o la Catedral de Baeza, grandes edificios públicos como el Hospital de Santiago o el Seminario y la Antigua Universidad baezanas, y, sobre todo, innumerables palacios, como el Palacio de las Cadenas, actual Ayuntamiento de Úbeda o el Palacio de Jabalquinto.
Úbeda y Baeza también han sabido conservar el urbanismo y la traza urbana del Renacimiento, lo que se puede comprobar en impresionantes espacios como la ubetense la Plaza Vázquez de Molina, considerada una de las más bellas de Europa. Se trata de un recinto abierto donde se alzan algunos de los monumentos más destacados del Renacimiento español, como la Capilla Funeraria del Salvador del Mundo o la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares. En Baeza sobresalen la plaza de Santa María, que ejerce de epicentro de la ciudad noble, donde destaca la Catedral consagrada a la Natividad de Nuestra Señora.
En ambas ciudades también es posible contemplar edificios construidos en otros estilos arquitectónicos, como la iglesia de la Santa Cruz, uno de los pocos casos de construcciones románicos en Andalucía. Además, existen espléndidos ejemplos del arte gótico, como las Casas Consistoriales de Baeza, o del barroco, como la iglesia de la Trinidad de la ciudad ubetense.
A todo ello hay que añadir atractivos como una gran variedad de museos, artesanos convertidos en reclamo turístico o una de las mejores programaciones culturales de Andalucía. 15 años después del reconocimiento de la Unesco, Úbeda y Baeza han aumentado de forma exponencial sus visitantes y han mejorado el estado de conservación de sus cascos antiguos.