La provincia de Jaén ha tenido un papel esencial en la supervivencia del lince ibérico, especie que ha dejado de estar en peligro de extinción para pasar a ser una especie vulnerable. Se han pasado de apenas 94 ejemplares en toda la península a más de dos mil en 20 años con una población asentada en numerosos núcleos y con una alta capacidad reproductiva en libertad.
En la provincia de Jaén se creó uno de los centros de La Olivia, de cría en cautividad de lince ibérico, más importantes del país. De aquí salieron gran parte de los primeros animales que ahora se diseminaron por gran parte del sur peninsular y que han permitido que la especie se reproduzca ya en libertad. Además, la zona de Sierra Morena en Jaén y parte de Córdoba acoge hoy en día la comunidad de linces más grandes, con casi 600 ejemplares, es decir, más de un cuarto de la población de linces de toda España y Portugal. Animales que se ha dejado ver, también, en puntos de Sierra Mágina aunque aún no hay una comunidad estable de esta especie.
Así lo recoge el informe ‘Evolución y recuperación del lince ibérico (Lynx pardinus) en España y Portugal: un ejemplo de éxito de conservación’, publicado por Fundación Artemisan y que realiza una revisión sobre la situación de la especie, a través de datos suministrados por las administraciones sobre distribución, abundancia y tendencia poblacional; al tiempo que analiza los retos que afronta y el papel fundamental que ha tenido el sector cinegético en su recuperación.