El Castillo de Burgalimar, situado en Baños de la Encina, es el segundo castillo más antiguo de Europa y una de las fortalezas musulmanas mejor conservadas de España. Declarado como Monumento Nacional en 1931, la fortaleza empezó a construirse en el año 968, como lo demuestra una inscripción grabada en la puerta, cuyo original se conserva en el Museo arqueológico nacional de Madrid.
Este impresionante conjunto fortificado, compuesto por una robusta muralla, catorce torres de época almohade y una torre del homenaje construida por los cristianos, apenas ha sufrido cambios con el paso de los siglos. Según los historiadores, el castillo fue mandado construir por el califa Alhakén II con el objetivo de albergar as tropas mercenarias procedentes del Norte de África, utilizadas en las incursiones que se realizaban contra los reinos cristianos del Norte.
Con el avance de la Reconquista, la fortaleza de Burgalimar pasó de manos musulmanas a cristianas en varias ocasiones en el siglo XII, hasta que en 1225 pasó definitivamente a ser de dominio castellano.
Durante la invasión napoleónica a comienzos del siglo XIX, las tropas ocuparon el castillo, que sufrió las consecuencias de este uso militar, para controlar los pasos y el valle del Alto Guadalquivir. Hasta 1828 sirvió de cementerio parroquial, función que afectó a su estructura interna.
Desde 1969, este castillo ostenta el privilegio de lucir desde su torre del homenaje la bandera de la Comunidad Europea, privilegio concedido por el Consejo de Europa, y compartido únicamente con el Castillo de Florencia.
La gran belleza y la singularidad de esta fortaleza han motivado su inclusión en la Ruta de los Castillos y las Batallas, promovida por la Diputación Provincial de Jaén, y que recientemente fuera elegido para rodar varias escenas de la película “El capitán Trueno”.
