El Museo Arqueológico Nacional custodia uno de los más preciados tesoros arqueológicos de la provincia de Jaén, del que muchos jiennenses desconocen su existencia. Se trata del conocido como «Oso de Porcuna», una escultura de época ibera que data del siglo I a. C. que fue elaborada por el pueblo túrdulo, y que fue encontrada en un yacimiento arqueológico de este municipio.
El oso, un animal de tipo funerario, está sentado y tiene levantada la pata delantera izquierda, que apoya sobre una herma. Esta pieza está expuesta en el Museo Arqueológico Nacional de España, en Madrid, desde el año 1928 junto a diversas esculturas del periodo ibérico procedentes de otros puntos del territorio español. La escultura, que presenta influencias romanas, había sido descubierta en Porcuna en el año 1926 y en la actualidad, el propio Museo Arqueológico Nacional la encuadra dentro de los Tesoros del museo, lo que habla de la gran importancia histórica que tiene esta pieza.
En este municipio existió en la época ibera una importante ciudad oretana llamada Ipolca, luego bautizada como Obulco por los romanos. Los restos arqueológicos que se han encontrado aquí demuestran que en este lugar existió una ocupación estable al menos desde comienzos de la Edad del Hierro, siendo durante muchos siglos el centro económico del territorio entre las localidades de Cástulo y Corduba.
De Porcuna también procede el famoso conjunto escultórico de Cerrillo Blanco, datado en el siglo V a C y considerado como uno de los mejores hallados en España, lo que convierte a este municipio en un lugar de obligada referencia en el ámbito de la escultura ibera.