Es muy probable que el nombre legal de Tono y su sobrenombre de guerra no digan mucho a la sociedad jiennense de hoy, quizá que hay una calle con su nombre en la ciudad (entre la Avenida de Andalucía y la Carretera de Córdoba) y poco más. Por desgracia, nos centramos en unos pocos nombres de cada sector, y esas estrellas parece como si no nos dejaran profundizar más.
Sin embargo, Antonio de Lara Gavilán, nacido en la ciudad de Jaén en 1896, fue un relevante humorista, dibujante y escritor, una gran figura cultural del siglo XX que merece ser conocido por todos los jiennenses. De hecho, Tono perteneció a la denominada Otra Generación del 27 junto a nombres como José López Rubio, Miguel Mihura y Enrique Jardiel Poncela. Ellos son los máximos representantes de ese grupo que se empeñó en mostrar la cara amable de la vida y llevar el humor, junto con cierta crítica social, a muchos aspectos de la triste España del franquismo.
Tono estuvo a la vanguardia del arte de su tiempo, influenciado por las más novedosas tendencias. Ya de su estreno como escritor teatral en 1919 la crítica dijo de su obra vanguardista Sueño de opio: “una obra absurda, sin más objeto que exhibir setenta trajes, ¿los llamaremos así?, lo más audaces posibles, con un decorado arbitrario y una música encantadoramente frívola”. En esta primera etapa, tras colaborar en varias publicaciones humorísticas y conseguir reconocimiento a nivel nacional e internacional, viajó a París, donde vivió 6 años, conectó con las corrientes más novedosas del arte y conoció a personajes destacados como Luís Buñuel, trabajando como humorista e ilustrador.
A continuación viajó a Hollywood y trabajó como guionista, conociendo el ambiente de la creciente industria cinematográfica. A su vuelta trabajó en la zona franquista durante la guerra civil y, tras la misma, se dedicó a colaborar en múltiples revistas, destacando La Codorniz, fundada por su amigo, el dramaturgo Miguel Mihura. En esta revista, de larga vida (de 1941 a 1978) tuvo un papel destacado teniendo varias portadas en su haber.
Tras escribir, solo o en colaboración con otros escritores, una gran variedad de obras teatrales y novelas, y recibir importantes premios (Mingote, Paleta Agromán y el Olivo de Oro entre otros)Tono, destacado representante del humor español del siglo XX, murió en Madrid pocos meses después de su amigo y socio en muchos trabajos, Miguel Mihura.