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Cáritas Diocesana: 1.500 voluntarios luchando contra la pobreza y la marginación

Los locales donde se sitúan las oficinas centrales de Cáritas Diocesana en Jaén fueron construidos por la propia entidad, así como La Glorieta, el barrio en el que se encuentran. Es algo curioso que nos cuenta Rafael López-Sidro, director provincial desde hace tres años.

Desde su creación en 1958, Cáritas Diocesana mostró su vocación de servicio a la sociedad, y para ello comenzaron construyendo dos barrios populares en Jaén, La Glorieta (que se inició al año siguiente, 1959) y San Vicente de Paúl. Hoy, conservan la propiedad de varios locales comerciales que utilizan para ayudar a vecinos que quieren emprender un negocio, mediante un alquiler social, y se muestran como dinamizadores y apoyo básico de los sectores que están en peligro de exclusión social.

López-Sidro explica que Cáritas forma parte de la Iglesia Católica y aclara que el principio básico que mueve a la entidad es la caridad. “Se trata de vivir el amor de Dios con los demás, esencialmente con los que tienen necesidades materiales y espirituales y se encuentran en riesgo de exclusión social”, asegura. Comenta que en todo este tiempo nunca han faltado personas que necesiten del apoyo que Cáritas presta, pero que la situación en los últimos tiempos ha adquirido una gravedad desconocida anteriormente.

Para enfrentase a la labor que quiere desarrollar, el director de Cáritas Diocesana considera básico el factor humano, los 1.500 voluntarios aproximadamente con los que cuentan en la provincia. En este sentido, deja claro que Jaén es tremendamente solidaria, ya que se sitúa al frente de Andalucía en relación al número de habitantes de cada una de las ocho que forman nuestra comunidad.

Resulta complicado resumir en pocas líneas el ingente trabajo que desarrolla Cáritas en la provincia de Jaén, ya que abarca numerosas áreas. Por un lado, se encuentra la ATENCIÓN PRIMARIA, referida a la necesidad que tienen muchas familias de satisfacer necesidades básicas: alimentos, ropa, medicinas, pago de recibo de servicios esenciales, atención a niños, tales como becas que hagan posible su educación,… Estos casos son identificados por parte de Cáritas a través de una estructura diocesana en las parroquias de la provincia. 150 equipos se ocupan de detectar y llevar a cabo esa ayuda directa tan necesaria. Hay un dato estremecedor de hasta dónde se ha debido llegar, por ejemplo, en dar de comer al hambriento. En el primer semestre sólo en el comedor social de San Roque, en la ciudad de Jaén, se ha atendido a trece mil personas (13.000), y el comedor de Linares se está ampliando para poder llegar a 280 familias que lo necesitan.

Otra parte de su labor se estructura en los que se denominan PROGRAMAS A NIVEL SUPRAPARROQUIAL. Son tremendamente variados y todos responden a la intención de no abandonar a los marginados, acompañar e intentar integrar a los que quedarían fuera de la estructura de protección que la sociedad ha establecido. Cubre ámbitos muy diversos y van dirigidos a mayores, personas sin hogar, empleo, mujeres maltratadas, personas con problemas de drogadicción, reclusos, inmigrantes,…

Por ejemplo, Cáritas cuenta en Andújar con un hogar para ancianos desamparados, bien porque no tienen familia o porque no pueden contar con ella, donde se les acoge y acompaña el resto de sus vidas.

Caritas (Santa Clara)

En el Monasterio de Santa Clara de Jaén existe un centro para acoger a personas sin hogar. Aquí se les presta ayuda para que puedan incorporarse a la vida social con ciertas garantías de futuro. Un detalle interesante es que estas personas deben manifestar su deseo de esforzarse para salir de la situación en la que se encuentran.

También hay programas de ayuda para mujeres y una línea de trabajo dirigida a personas con problemas de drogadicción, en colaboración con Proyecto Hombre, por la que se proporciona atención ambulatoria y residencial a personas que intentan liberarse de la dependencia. Rafael López-Sidro deja clara su satisfacción por la colaboración con Proyecto Hombre y por los resultados que se están obteniendo.

Los reclusos también son objeto de atención de Cáritas Diocesana. 25 jóvenes universitarios, con carácter voluntario, desarrollan un programa de formación y ayuda para la mejor adaptación social, en el que se trabaja con ellos y sus familias para superar las dificultades que, casi inevitablemente, se presentarán al acceder a la libertad.

Los inmigrantes son otro colectivo social importante para Cáritas. Se trata de ayudar a los que vienen a Jaén con carácter temporero, pero no sólo de eso. También se aboga desde esta entidad social por luchar para cambiar la mentalidad social, de modo que sean percibidos como convecinos con sus peculiaridades y singularidad, y no como personas extrañas o diferentes.

Por último, en el campo del empleo, Cáritas lleva a cabo proyectos complejos que buscan ayudar, asesorar y dirigir a parados para una mejor inserción en la vida laboral. El pasado 2012 se trabajó de forma muy estrecha con 250 personas, de las que 90, porcentaje muy relevante dadas las circunstancias, encontraron un empleo. La visión de futuro en este sentido se muestra en el proyecto que se intenta realizar. Cáritas trabaja para formalizar una Fundación en la que, además de proporcionar formación, se creen empresas de inserción que hagan más factible el engarce real del parado con el mundo laboral.

Caritas (dirección)

La financiación es capítulo aparte, y muy importante. Rafael López-Sidro señala, en primer lugar, que la sensibilidad social de la provincia de Jaén es excepcional. De hecho, Cáritas ha logrado que más del 60% del presupuesto provenga de las colectas en las parroquias de los primeros domingos del mes y de donativos privados. Respecto a las subvenciones, han bajado, porque la intención de la entidad es reducirlas para ganar independencia y evitar condicionantes de cualquier tipo. Asimismo, en el aspecto económico se han reducido los gastos de gestión al 4´5% del presupuesto y se ha creado un fondo condicionado a que únicamente puede dedicarse a la atención directa a las familias. En 2012, este fondo alcanzó los 170.000 euros, y en el presente año se incrementará notablemente, ya que las necesidades están aumentando en gran medida.

Finaliza esta conversación un rayo de esperanza: Rafael López-Sidro comenta que, desde el centro para personas sin hogar del Monasterio de Santa Clara, tres personas, un delincuente, un drogadicto y un alcohólico, salieron hace no mucho tiempo, totalmente rehabilitados y hoy están felizmente insertados en la sociedad.

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“Orgullosos de Jaén” es una iniciativa puesta en marcha por Hermes Comunicación, una consultora de comunicación puesta en marcha e integrada por profesionales de la Comunicación jiennenses que pretende fomentar la autoestima de los habitantes de la provincia.

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