La dieta mediterránea ayuda a prevenir el cáncer de mama y también la retinopatía en enfermos de diabetes, según dos estudios enmarcados en el proyecto PREDIMED (Prevención con Dieta Mediterránea), en los que participa la Universidad Rovira i Virgili (URV).
La revista «JAMA Internal Medicine» publica el primer estudio, coordinado por la Universidad de Navarra, en el que asocia la dieta mediterránea con una reducción relativa de un 68 % del riesgo de padecer cáncer de mama.
Por su parte, la revista «Diabetes Care» publica otro trabajo científico que indica que la dieta mediterránea complementada con aceite de oliva reduce un 44 % el riesgo de diabéticos de sufrir retinopatía, la principal causa de ceguera en este colectivo. La diabetes dificulta que la sangre circule hacia determinados órganos, lo que conlleva que estos pierdan sus funciones. Las complicaciones microvasculares que afectan al riñón y los ojos son las más precoces y pueden producir retinopatía diabética y nefropatías diabéticas, que pueden conllevar una insuficiencia renal
De esta forma, los investigadores de Predimed ha seguido durante seis años una muestra formada por 3.614 voluntarios de ambos sexos de entre 55 y 80 años, con una media de 67 años de edad. Finalmente, el estudio ha concluido que la dieta mediterránea complementada con aceite de oliva puede reducir hasta un 44 % el riesgo de padecer retinopatía a los pacientes de diabetes tipo 2.
Cáncer de mama
En otro estudio publicado hoy en la revista JAMA Internal Medicine, se concluye que la dieta mediterránea reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Los investigadores han analizado los efectos de dos intervenciones con dieta mediterránea (complementada con 30 gramos/día de aceite de oliva virgen extra o 30 gramos por día de una mezcla de nueces, avellanas y almendras, en comparación con un grupo de mujeres a las que se aconsejaba que siguieran una dieta baja en grasa.
De 2003 a 2009, se reclutaron 4.282 mujeres de entre los 60 y los 80 años – con una media de 67,7- y con alto riesgo de enfermedad cardiovascular. Las mujeres se asignaron al azar o bien a la dieta mediterránea complementada con aceite de oliva extra virgen (1.476 mujeres), a la dieta mediterránea complementada con frutos secos (1.285 mujeres) o a la dieta control, con consejos para reducir su ingesta dietética de grasa (1.391 mujeres). Los autores concluyen que las mujeres que siguen una dieta mediterránea complementada con aceite de oliva mostraron un riesgo 68 % relativamente menor de cáncer de mama maligno que las asignadas a la dieta control. Las mujeres que siguieron una dieta mediterránea complementada con frutos secos mostraron una reducción del riesgo pero no significativa en comparación con las mujeres del grupo de control.
Según los científicos, la asignación de las participantes al patrón de dieta mediterránea complementado con aceite de oliva virgen, donde este suponga al menos el 15% de la energía ingerida, explica en gran parte la protección conseguida contra el cáncer de mama.