Su objetivo era alcanzar la cima del Khan Tengri (7.010 metros) en la cordillera Tian Shan, en uno de los extremos del Himalaya, pero las adversas condiciones climáticas, mucha nieve y potentes rachas de ventisca no lo han hecho posible. Tras varios intentos y muchas jornadas en condiciones muy duras, en uno de los campos base, a enorme altitud, tanto el jiennense como su compañero, Antonio García, ambos bomberos de profesión, decidieron muy a su pesar desistir de alcanzar la cima. “Cuando abordas este tipo de aventuras estás muy sujeto a las condiciones del tiempo, pero es lo que tiene la montaña”, afirma. “Volvimos con una sensación un poco agridulce ya que hemos estado muy cerca, nos hemos visto muy bien física y psicológicamente, pero la adversidad del tiempo no nos ha permitido hacer cima”, apunta.
Estos montañeros viajaron por su cuenta y riesgo, sin ninguna empresa especializada que les respaldara, lo que ha supuesto vivir la experiencia con mayor intensidad y disfrutar (y también sufrir) lo que entraña la montaña sin la ayuda, comodidades y seguridad que aporta contratar a una firma especializada para este tipo de viajes, a lo que recurre la mayor parte de los montañeros que visita esta zona de Asia.
Adán Cruz, que pertenece al Club de Montañeros Jabalcuz, ha protagonizado junto a algunos de sus miembros otras salidas a muy diversos puntos del mundo. Desde los Alpes suizos, coronando el afamado Cervino (4.477 m.); a Bolivia, con la subida al pico Huayna Potosi (6.088 m.); los Andes, en Perú, subiendo el Artesonraju (6.025 m.) o el pico Elbrus, en el Cáucaso, Rusia, una experiencia alpina que entrañó una enorme dificultad debido, sobre todo, a las bajísimas temperaturas.
En los próximos meses, a través de una actividad organizada por el Club de Montañeros Jabalcuz, ofrecerá una charla, que acompañará con proyecciones, para informar de esta experiencia, en la Universidad Popular Municipal.
Sobre el Khan Tengri
Su nombre significa “Señor de los espíritus”. Es una montaña localizada en la cordillera Tian Shan, en la frontera entre China, Kazajistán y Kirguistán. Este “sietemil” es la montaña más septentrional que existe, y es necesaria la escalada para coronar su cima. En 1936 falleció en el descenso del Khan Tengri el montañero suizo Lorenz Saladin.