Una investigación de la Universidad de Valladolid ha constatado que las hojas de olivo tienen un efecto terapéutico contra enfermedades inflamatorias como la esclerosis múltiple. La clave de este efecto beneficioso para la salud se encuentra en el ácido oleanólico presente en la cutícula y en las propias hojas del olivo
El estudio, publicado en la revista médica British Journal of Pharmacology, recoge las propiedades del ácido presente en las hojas de olivo para ayudar a combatir los síntomas y signos clínicos de patologías con componentes antiiflamatorios. Los científicos han comprobado que utilizando este compuesto como principio activo se consigue que la enfermedad evolucione de forma más lenta. Ante el mejor modelo animal disponible para estudiar la esclerosis múltiple, el ácido oleanólico se ha mostrado capaz de atenuar de forma notable los signos clínicos (control muscular, peso, supervivencia) e inmuno-inflamatorios (alteraciones en la permeabilidad vascular, infiltración de leucocitos, presencia de citoquinas).
María Luisa Nieto, investigadora de la Unidad de Inmunidad Innata e Inflamación del IBGM de la Universidad de Valladolid, explica que «el desarrollo de la enfermedad es sensiblemente más lento y se reducen significativamente e incluso eliminan en algunos casos todos los procesos inflamatorios que van asociados a la enfermedad». Los investigadores de Valladolid han patentado una nueva aplicación farmacológica y en la actualidad está profundizando a nivel celular y molecular en cómo estos compuestos afectan al beneficio que se produce en la patología.
La esclerosis múltiple afecta a alrededor de 46.000 personas en España, y cada año se diagnostican aproximadamente 1.800 casos nuevos. Esta enfermedad aún no tiene cura, aunque en los últimos años se ha conseguido desarrollar nuevos tratamientos para retrasar el deterioro y la discapacidad que genera.