Una iniciativa de Hermes Comunicación
 

Víctor de los Ríos, el escultor que plasmó el descendimiento de Cristo en Linares y Jaén

*Autor texto y fotos: Alfonso Fernández Ruiz.

Prolífico y afamado escultor del panorama artístico nacional en segunda mitad del siglo XX, Víctor de los Ríos también dejó su impronta en esta tierra.

El impacto social que provocó la creación del conjunto escultórico de la Santa Cena de León, con una composición que rompía con la tradicional iconografía “salzillesca” (el apostolado sentado en torno a una larga mesa en la que Cristo preside uno de los extremos) y la estética hebraica de los personajes, hizo crecer en notoriedad la producción de este artista.

Descendimiento de Linares okDescendimiento de Linares.
Los ecos de esta monumental obra artística llegarán hasta Linares, de tal manera que la recién reorganizada cofradía de la ciudad minera considerará a Víctor de los Ríos como el autor de su nuevo paso.

La llegada de la Santa Cena de Linares supuso todo un hito en el panorama artístico provincial. La grandiosidad y belleza del conjunto hizo que muchas hermandades encargaran a este artista sus nuevos grupos escultóricos. En los años sucesivos, De los Ríos talló para la ciudad minera los pasos del Nazareno, Descendimiento, Santo Entierro y Resurrección. Y hasta Jaén llega otro de sus grandes conjuntos: Cristo descendido de la cruz, para la Hermandad de la Buena Muerte.

Cristo descendido Jaen ok Cristo descendido de Jaén.

Con ambos conjuntos escultóricos, el Descendimiento de Linares y el de Cristo Descendido de Jaén, Víctor de los Ríos nos ofrece una secuencia del pasaje evangélico previo al entierro de Jesús. En Linares, los santos varones inician el triste duelo. En Jaén, el “discípulo amado” sostiene el cuerpo yacente de Jesús, antes de colocarlo en el sudario.

Fiel a su estilo, el escultor imprime similares rasgos físicos a cada personaje en todas sus producciones. En ambos misterios son fácilmente identificables las figuras de Nicodemo, José de Arimatea, la Virgen o María Magdalena. Pero la carga psicológica que imprime a sus figuras y el momento justo que “congela” en cada escena diferencian cada composición que sale de su gubia.

Si en Jaén la Virgen se muestra abatida por el dolor, en posición sedente, en Linares se nos presenta en pie lanzando un lamento al cielo. Pero en ambos misterios destaca el protagonismo que cobra la imagen de San Juan como soporte fundamental de un Cristo que se muestra en toda su humanidad.

En definitiva, dos bellos conjuntos que ponen de manifiesto la genialidad de este escultor del norte que ha dejado tanta huella en el sur.

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“Orgullosos de Jaén” es una iniciativa puesta en marcha por Hermes Comunicación, una consultora de comunicación puesta en marcha e integrada por profesionales de la Comunicación jiennenses que pretende fomentar la autoestima de los habitantes de la provincia.

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